
- Mi cabeza es un escollo en la ilusión del amanecer
Vine hacia ti, mar, haciendo piruetas y usando máscaras de todas formas ,colores y con emociones pintadas o esculpidas en la piedra de mi rostro.
Me usé como instrumento y como nave. Me tensé cual el lienzo de la tela del pintor más rebuscado ,o quizás más esotérico.
Entré al Templo por la ventana lateral, aquélla sin vitrales y de vidrios rotos. Mi propio Templo.
Cuánto me ha costado descubrir que nunca encontraré uno más adecuado a mis razones que mi propio Templo, aquél que me ha sido legado por mi madre y a través de ella por mis ancestros.
Es parte de mis raíces gruesas. Raicillas más delgadas y casi invisibles se fueron agregando para buscar la forma de tener sed. Tener una Sed prestada, y así poder camuflar mi Sed verdadera. Es esto que vivo algo que hubiera de todas maneras vivido sin estar en el exilio? Pregunta sin respuesta ya que del dominio de lo imposible, por lo menos habitando mi Espíritu actual.
Es asi como gozo con las obras de Salvador Dalí, pues me instalo en esa realidad fantástica con relojes que caen a gotas y un niño que levanta el mar como un tapiz sobre la tierra. Lo inconsciente me fascina. Será tal vez a causa de mi profesión. En Dali encuentro la realidad más espeluznante de lo inconsciente. De aquéllo que logro palpar y adivinar cuando estoy dentro de la congruencia más formal en mis espacios de trabajo ritualizado.
Mar, ventana abismal
ronroneas con el vendaval
te erizas con soberbia
rompes el Poema, y gritas Basta!
no quiero formar parte de un discurso,
no quiero ser metáfora,
dejadme tranquilo en mis estados, me lo has repetido hoy dia
con resonancia de lluvia, con trinos acerados
Y…como intento he intentado vivir solo para ti en estos instantes.
Mi querida fuente, me recojo entre las algas
para mecerme en tu Furia y Ternura, todo aquéllo a la vez
razones del por qué te amo, mar Océano!
Y así con Isis y Osiris me recojo entre tu espuma cada día y cada noche
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