Mi Cuerpo: Meñique
Inseparable extremo de la anatomía y de mi infancia,
Puntetito lo llamaba
Eran vestigios de nobleza y literatura
En un triste pero asoleado lugar
Con aromas a papel seco
Acariciado por el sol
Cacareos de gallinas ponedoras
Y allí estaba en su rito
Una tía mayor por parte de madre
Con ella aprendí el silabario
Este alfabeto con el que me construyo
Mi meñique derecho, explorador de oídos
O, que vergüenza, también de narices,
Muy sensible a los cambios del viento
Es una pequeña parcela, cuyas memorias,
más grandes que su estatura, ¡que prodigio!
se instalan hoy día en este cuerpo escritor
de historias e ingenuidades
Es un monumento a la historia, finalmente,
este Meñique mío!
Recorre también mis ojos con sus cúpulas y azoteas
cuando cansado me apresto al Sueño.
Esto es un poco el cuento de mi Meñique
¿Cuál es el del tuyo?
Etiquetado: infancia, poesia
Es una entrada bastante curiosa!
Besos.
Me gustaMe gusta
🙂 LOL, cierto, es un poco autobiográfica. Como ultimamente estoy trabajando el tema de ‘Mi Cuerpo’ dedico estos versos a mi dedo ‘meñique’ y como lo veia yo siendo pequeño, en la atmosfera de mi infancia 🙂
Me gustaLe gusta a 1 persona
Pues me resultó curiosa y divertida, es algo que no lees todos los días eh. Gracias por compartir esas memorias de infancia!
Me gustaLe gusta a 1 persona